El desarrollo cultural de Mesopotamia tuvo uno de sus mayores
auges en el periodo de predominancia de la cultura babilónica. Aunque el arte y
la arquitectura tuvieron un sello particular relacionado con la situación
política y social del momento, existió, igual que en el resto de estilos
arquitectónicos y artísticos, un respeto por los aportes de los sumerios. En
esta etapa, Babilonia se convierte en el eje articulador del desarrollo
artístico, con el uso de templos bajos o a ras del suelo, característicos del
periodo neosumerio, y en donde la arquitectura religiosa es reemplazada por la
del palacio.
En este contexto, surge una de las estructuras más
representativas del momento, el palacio de Mari, que se erige como el máximo
exponente del auge de la monarquía paleobabilónica y el papel que esta
desempeñó en la estructura estatal y en el sistema socio – político. Este palacio obtuvo su importancia de la
ubicación en la que fue edificado, pues no fue la única construcción de este
tipo, existieron al menos 10 similares. Además de su complejidad, reforzada por
sistemas de laberintos, espacios definidos para diferentes objetivos y cuyo fin
era exaltar el poder del monarca, sus paredes se decoraban con murales pintados
siguiendo el modelo del registro, que resaltaban el fuerte carácter religioso y
la vida política y social de la ciudad, como se ve en el fragmento que se
comparte a continuación.
Fuente: Gómez C., Martínez M.C., Vivas I. (2012), p. 331
Otro de los desarrollos arquitectónicos importantes en este
periodo es el que corresponde a la dinastía Cassita. El palacio de Karaindash
fue el más importante de este estilo, y, al igual que en periodos anteriores,
respetó el legado de los sumerios. Se caracterizó por sus grabados exteriores
bien detallados y el culto a los dioses a través de esculturas incrustadas en
las paredes, como se observa a continuación.
Otras edificaciones igualmente representativas son la torre
de Babel y el Zigurat de Dur-Kurigalzu.
Fuente: Gómez C., Martínez M.C., Vivas I. (2012), p. 338.
Fuente: Gómez C., Martínez M.C., Vivas I. (2012), pp. 336 y 344.
Blibliografía:
Gómez C., Martínez M J., Vivas I., (2012), Arte de las grandes civilizaciones antiguas: Egipto y Próximo Oriente, Ramón Areces.
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